Carlos Fernandez Balboa
Si la interpretación es comunicación (y también manejo de los recursos culturales y naturales), qué importante es la comunicación no verbal, la comunicación actitudinal hacia el visitante, donde este comprende que lo que está recibiendo es mucho más que información o técnicas refinadas de interpretación del patrimonio. En una actividad, el visitante al sitio puede ver, además, el “corazón del intérprete” haciendo su tarea.
Llamamos a aquellos intérpretes que "traspasan",“trascienden” su disciplina, a aquellos que parecen haber nacido para la interpretación, denotando pasión y verdadero compromiso por su tarea, poseedores de “el elemento inestimable”. Este surge de forma natural, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿Intérprete se nace o se hace? Y podríamos decir que ambas cosas. De hecho, los mejores intérpretes que conozco son aquellos peones rurales y agricultores que no sabían de la existencia de Tilden ni de Sam Ham, pero deseaban transmitir su amor por la tierra y compartir sus vivencias. Ellos eran los verdaderos “Paisanos”, como los llamamos en Argentina, Paisanos: (el que lleva el país en su interior). Paisaje-Patria, todas palabras derivadas etimológicamente y que denotan compromiso con la propia tierra.
Estas personas querían transmitir aquello que constituía su identidad, lo que les resultaba propio, y lo hacían de manera sencilla, sin tecnicismos, para que el resto de los ciudadanos los entendiéramos. Así se “revelaba” a nuestra mirada el sendero del campo, la importancia de una flor o el porqué de cierto movimiento de un ave. Estos comunicadores naturales y muchos intérpretes profesionales habían encontrado en su vida lo que los japoneses llaman *Ikigai* (生き甲斐, ikigai), un concepto japonés sin traducción literal, pero que puede definirse como «la razón de vivir» o «la razón de ser», lo que hace que la vida valga la pena ser vivida. Según la cultura japonesa, todo el mundo tiene un *ikigai*. Encontrarlo requiere de una búsqueda interior, profunda y, a menudo, prolongada. Esta búsqueda es de gran importancia, ya que se cree que el descubrimiento del propio *ikigai* trae sentido a la vida y, a su vez, un motivo de satisfacción con la vida. Para muchos intérpretes, profesionales o no, la interpretación del patrimonio es el *ikigai* de nuestras vidas. Y eso se nota al momento de trabajar.
Comments